Por Carla Levin Rabey, Susana Mesquida y Laura Weber

La permanencia hasta el presente de este inmueble construido en el año 1922 como residencia particular nos habla, por un lado, de su versatilidad para absorber usos y costumbres que fueron variando por más de 80 años y, por otro, de su papel en la composición de un perfil urbano de gran calidad que también fue objeto de numerosas transformaciones durante su desarrollo.

El edificio de Libertad 1340 es ejemplo de la arquitectura privada de Buenos Aires de principios del siglo XX, resultado de la transculturación a las condiciones urbanas del modelo francés del hôtel particulier que tuviera tanta aceptación por varias décadas. Perteneció originalmente a las Señoritas Josefina y Sofía Díaz de Vivar, fue diseñado por los Arquitectos e Ingenieros Civiles Bosch Hnos., con Cayetano Alfano como constructor.

 

Plano original 1922. Plantas

Es un edificio compacto, entre medianeras, con cubierta plana y un jardín trasero, construido con estructura de hierro, lo que permitía cierta flexibilización en la distribución interior, bovedillas de ladrillos y muros de mampostería. Originalmente contaba con garaje y servicios en la planta baja, salones de recepción en el primer piso o piano nobile y habitaciones privadas en el segundo piso. La fachada, simétrica, es sobria, con escasa ornamentación, resuelta conforme los cánones del academicismo francés. Está revestida en un revoque conocido como símil piedra, característico de la arquitectura de la ciudad de fines del siglo XIX y principios del siglo  XX, y la herrería juega un papel destacado en las rejas y las barandas de los balcones.

 

Plano original año 1922. Cortes y fachada

Su calidad constructiva y de diseño, así como su aporte al espacio público, definen esta obra que testimonia un modo de construir y representa una cultura del habitar. Al igual que muchos otros edificios de este tipo en la ciudad, dejó de funcionar como residencia particular y en 1965 fue adquirido por la Fundación “Universidad Argentina de la Empresa” (UADE), que localizó allí parte de sus instalaciones.

A principios de los años 2000 la institución encaró una nueva reforma del inmueble que estuvo a cargo del estudio Lacroze, Miguens, Prati, quienes, a partir de una valoración patrimonial previa, emprendieron un proyecto basado en la restauración de los espacios centrales y fachadas y en la modificación de los sectores de servicio y adecuación tecnológica con elementos de diseño contemporáneo que lejos de competir resaltan el protagonismo del edificio original.

La obsolescencia de ciertos usos es una de las principales causas del abandono o la degradación de los edificios por lo que las refuncionalizaciones son necesarias pero cuando se trata de edificios de valor patrimonial es importante que las intervenciones respeten y potencien aquellas características y elementos que conforman su valor.

 

Fuente: Mapa de La Ciudad de Buenos Aires